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El pleno del Ayuntamiento de Bilbao ha condenado los disturbios vividos la noche del 3 de abril durante el desalojo del gaztetxe de Etxarri, en ... Rekalde. Aunque no de forma unánime. La propuesta, registrada por el PP, ha sido apoyada por el PNV, PSE y los propios populares, mientras que Elkarrekin Bilbao, que había presentado una enmienda de modificación, se ha abstenido y EH Bildu ha votado en contra.
El texto hablaba de «condenar los actos violentos protagonizados por los okupas» y agradecer la labor de los agentes policiales que intervinieron en la operación, algo que no ha convencido a todos los grupos. La jornada se saldó con 15 ertzainas heridos, cinco detenidos, contenedores quemados y lanzamientos de bengalas. También un joven de 33 años perdió un testículo durante los altercados «por un impacto de una bola de foam de la Ertzaintza», según relató a este periódico.
Las posturas de los partidos han sido claras. Esther Martínez (PP) ha denunciado que durante la noche del 3 al 4 de abril «se vivieron actitudes violentas que pretendían atemorizar a cientos de vecinos, que tuvieron que refugiarse en portales». «Nadie tiene derecho a tomar un barrio», ha apuntado. Denuncia a la que se ha sumado el PNV. El concejal Gonzalo Obalarria ha dejado claro que «la actuación policial tiene su origen en una orden judicial». «El uso de la fuerza se tiene que usar como último recurso, pero los disturbios no los inició la Ertzaintza, sino los violentos», ha asegurado.
Elkarrekin Bilbao se ha sumado a la condena, pero ha matizado que además de «condenar hay que aportar». Ana Viñals ha pedido en la enmienda presentada que el Gobierno municipal fomente «espacios autogestionados y de gestión compartida en locales municipales» para que «este tipo de incidentes no se vuelvan a repetir».
Por su lado, EH Bildu ha sacado al pleno el caso de Iker Arana, el joven que perdió un testículo durante los altercados. «No se pueden permitir las agresiones, pero tampoco se puede aceptar que haya denuncias policiales», ha subrayado. La Ertzaintza continúa con las pesquisas para aclarar qué sucedió la noche del pasado 3 de abril en el bilbaíno barrio de Rekalde. El edil Xabier Fernández ha calificado la propusión de «propaganda apocalíptica» y ha defendido trabajar hacia «un nuevo prisma sobre los gaztetxes». «La mayor pérdida sufrida en los incidentes ha sido las heridas sufridas por ese joven. Y eso no significa que desprecie las heridas de los funcionarios públicos», ha aputnado.
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