El orgullo de dar el Bombazo

«Estamos muy emocionados, veníamos por el camino ya emocionados y estar en el balcón y vivirlo juntos ha sido muy bonito», decía Henar, antes de que Luisito apuntara minutos después de dar por última vez con la maza en el bombo que seguía estando «todavía como un flan. Ahora mismo no puedo decir cómo me lo esperaba, pero ha sido impresionante. Ha sido brutal, hemos sentido mucha emoción y yo quiero repetir esto una y mil veces».

Hablaban así una vez que acabó el momento que ambos esperaban con más ilusión. La expectativas acabaron superándose y no cabían en sí de orgullo por haber sido los privilegiados que hicieron sonar el bombo para que arrancara la fiesta que se había ido preparando, para la que los miles de sanjuaneros que se concentraron en la plaza fueron calentando motores desde mucho tiempo antes de que el bombo emergiera –lo hizo cinco minutos después de las seis de la tarde– de las aguas del Ebro.

Aunque se supiera que por más que se cantara, no iba a llegar antes, se oía una y otra vez  corear cada vez más alto y a cada minuto que pasaba, con más fuerza  ¡Eeese bombo! 'Eeese bombo!,  que este año, como era de esperar, se fue intercalando con ¡Mirandés, Mirandés! y ¡Que sí joder, que vamos a ascender! Cánticos que, por otra parte se entonaban por los que lucían camisetas que por su tonalidad se asemejaban a la elástica rojilla.

Un color que fue inundando todos los rincones de la plaza del Ayuntamiento después de que en la espera para que llegara el bombo, que apareció en ella a las 18.18, y en el balcón ocho minutos después, se tiraran cientos de litros de vino.

Quienes salvaron su indumentaria lo hicieron porque se pertrecharon con chubasqueros y gorros de todo tipo. Fue una medida adoptada por los menos ya que la mayoría se presentó en la plaza sin blusa sanjuanera  (costumbre que se va imponiendo año tras año) , prenda que tras una inevitable ducha se fueron a enfundar después.

Con el bombo en el balcón, flanqueado por Luisito y Henar, llegó el éxtasis y aunque era complicado que se escuchara lo que decían con la voz entrecortada Henar pidió respuesta a sus ¡Viva Miranda!, ¡Viva San Juan del Monte! y ¡Viva Mirandés! Fueron pocas las frases porque de lo que se trataba era de dar con la maza al bombo una y mil veces, quizás no tantas pero casi casi porque  estuvieron los Sanjuaneros haciendo sonar el bombo durante diez minutos de modo ininterrumpido; menos mal que los dos llevaban guante para protegerse las manos.

Luisito se encargó de lanzar un mensaje reivindicativo del colectivo LGTBI con un ¡Arriba la pluma! «Quería meter una coletilla mía. Me considero una persona muy expresiva con ese tema y reivindico siempre lo que soy. Nací así y moriré así. Estoy orgulloso y quería soltarlo».

Fueron los protagonistas indiscutibles , disfrutaron de lo lindo e hicieron disfrutar a los miles de sanjuaneros que dejaron claro que «no hay fiesta como ésta. Quería vivirla de otra manera y estoy disfrutando cada minuto», decía Henar que también se contagió del ambiente futbolero que este San Juan está teniendo también su espacio. Dijo que no le importaría que el Mirandés le quitara parte del protagonismo. «Sería histórico ser los reyes, ser los sanjuaneros el año en el que el Mirandés ascienda, ojalá».

Resonando aún en su cabeza los ecos de ¡Eeese Bombo! fueron tranquilizándose y preparándose para vivir la fiesta que acaba de arrancar, minuto a minuto.