
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
A Santos Cerdán (Milagro, 1969) el compromiso con la política, pero sobre todo, con el PSOE, le viene de familia. Su padre fue militante ... socialista, igual que uno de sus abuelos, secretario general del partido en su pueblo natal cuando estalló la Guerra Civil, en 1936. Siguiendo su camino, Santi, como le llaman los más cercanos, se fajó durante mucho tiempo en la política local. Entre 1999 y 2015 fue concejal en el ayuntamiento de su pueblo, con un paréntesis de cuatro años (2000-2004) como presidente de la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera Alta. Pero en aquellos años no parecía fácil pensar que este navarro de pro, casado y con una hija, pudiera acabar siendo uno de los hombres con más poder del PSOE en España.
Cerdán, que cursó estudios de FP-II y es técnico en Electrónica Industrial, compatibilizó durante más de una década su cargo en el consistorio de Milagro con trabajos en empresas como Iberfruta y Bonduelle. Pero la política se convirtió en su actividad profesional en 2012, cuando fue elegido secretario de Organización de la Ejecutiva Regional del PSN-PSOE y dos años más tarde, diputado en el Parlamento Foral de Navarra. En aquellos tiempos convulsos en el PSOE, con derrotas electorales estrepitosas en las elecciones autonómicas, generales y europeas, Cerdán eligió el bando correcto en el Congreso Extraordinario Federal que se celebró en 2014 y se unió a la candidatura de Pedro Sánchez contra Eduardo Madina. También comenzó entonces a sembrar la semilla de las irregularidades que se han terminado llevándose por delante su carrera política.
El 13 de marzo de ese año, cuando las candidaturas de Sánchez y Madina peleaban por cada voto en las primarias, Cerdán le pidió a su hombre de confianza, otro concejal navarro desconocido más abajo del Ebro que había trabajado como escolta y también como portero de un prostíbulo, Koldo García, que sumara papeletas irregulares a favor de su candidato. «Cuando termines apunta como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas», le escribió Santos a Koldo. Sánchez alcanzó la secretaria general del partido, y aunque fue descabalgado después por los barones, aquella santísima trinidad Sánchez-Cerdán-Koldo, a la que después se sumaría José Luis Ábalos, comenzó a forjar una estrecha alianza que tomaría forma en el ya famoso Peugeot al que se subieron para recorrer España y reconquistar el liderazgo socialista.
Cuando Sánchez retornó a la Secretaría General del PSOE en 2017 tras derrotar a Susana Díaz y Patxi López en unas primarias todavía más épicas que las anteriores, Santos Cerdán se aupó a puestos cada vez más importantes en la cúpula de los socialista. primero fue elegido diputado en las elecciones generales de abril de 2019, después, presidente de la Fundación Pablo Iglesias en 2020 y en 2021, secretario de Organización del PSOE.
Pero más allá de los cargos, Cerdán ha sabido ejercer toda su influencia entre bambalinas. Su experiencia como muñidor de los pactos entre el PSN y Bildu en Navarra, en una época en la que llegar a acuerdos con la izquierda abertzale todavía generaba rechazo en las huestes socialistas después de décadas de sufrir el terrorismo de ETA, le sirvió para conseguir, años después, otra pirueta de máxima dificultad.
El verdadero fontanero de Sánchez, capaz de mancharse las manos por su líder sin rechistar, emprendió su labor más difícil cuando tras las elecciones de 2023 recibió el encargo de incorporar a Junts, una formación que ha representado tradicionalmente a la burguesía catalana más conservadora, a la llamada 'mayoría progresista' que facilitaría la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno pese a haber perdido los comicios.
Su imagen negociando en Bruselas con Carles Puigdemont debajo de una fotografía del referéndum ilegal del 1 de octubre fue interpretada por los partidos de la oposición como una humillación, pero Cerdán consiguió en aquellos días los dos objetivos que se había planteado el PSOE: el apoyo de Junts a corto plazo y ganarse la confianza de los secesionistas catalanes para el futuro. De hecho, los junteros siempre han considerado a Santos su político de confianza en el PSOE. «Le llamas, le pides algo de cualquier ministerio y en dos minutos lo tienes», presumían desde Junts, que pierden a su principal interlocutor.
Querido por la militancia socialista, que apreciaba su llaneza y su capacidad de servir a los intereses del partido y del líder, el informe de la UCO acaba con la carrera de un perfil político no demasiado habitual: un hombre sin formación universitaria que alcanza la cumbre del partido partiendo desde lo más bajo antes de caer, cegado por la corrupción, otra vez al abismo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.