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Compañerismo, trabajo en equipo, racionalización de esfuerzos... Estos son algunos de los postulados que promueve la Carrera de Empresas que se celebró ayer en Bilbao y que de nuevo tuvo tintes solidarios –cuatro euros por equipo se destinaron al Banco de Alimentos de Bizkaia, 2.100 euros–. El evento, que sirve de punto de encuentro de los trabajadores del tejido empresarial vizcaíno a los que les atrae el atletismo, no para de crecer y una edición más –cumple siete primaveras– ha vuelto a pegar un acelerón. Y no uno cualquiera.
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Más de 2.100 corredores repartidos en 524 equipos que representaban a 200 empresas disputaron la cita en un ambiente festivo-deportivo por las márgenes de la ría. Y la firma que se llevó la palma en el ranking con más equipos en liza fue Idom, que presentó nada menos que 25 grupos. Unas cifras de récord para una competición consolidada ya en el calendario de carreras populares y que el próximo año podría presentar interesantes novedades.
El hecho de que bastantes empresas se hayan quedado fuera por las limitaciones de normativa en la carreras hace que la organización valore ampliar el recorrido y poder así disponer de más margen de maniobra para responder a la creciente demanda. Las márgenes del Nervión, con cielo encapotado que beneficiaban la marcha, fueron una vez más el escenario ideal para disfrutar de una matinal «distinta».
La previa también cuenta. De hecho, es el momento de reencuentros y abrazos de atletas que llevaban tiempo sin coincidir por una u otra razón. En los prolegómenos de la salida, los grupos participantes aprovecharon también para sacarse la tradicional foto de familia en el photocall antes de ponerse a calentar en los alrededores del Museo Marítimo. Había que calmar el cosquilleo en el estómago en una carrera en la que, aunque lo importante es participar y disfrutar, «lo queremos hacer bien», apuntaron muchos de los atletas.
Organizada por EL CORREO y Cebek, el patrocinio del Banco Santander y AENA y la colaboración de Coca-Cola y BM Bizkaia, el tiempo final en meta lo marca el último del cuarteto. Las normas establecen que los equipos, formados por trabajadores de una misma firma, tengan una diferencia máxima en meta de 8 segundos entre el primero y el último en llegar. La coordinación, por tanto, es una de las claves. Los más fuertes tiran del resto, pero sin escaparse porque todos deben aguantar la cadencia.
La interminable serpiente multicolor –fueron necesarios casi cuatro minutos para que se vaciase el punto de partida– arrancó del Muelle Evaristo Churruca y prosiguió por Abandoibarra y paseo de Uribitarte en un primer tramo. Los competidores afrontaron la vuelta a meta por el puente del Ayuntamiento –frente al Consistorio, 2,5 kilómetros, encontraron el punto de avituallamiento líquido para reponer fuerzas– y prosiguieron por el Campo Volantín, avenida de las Universidades, Ribera de Botica Vieja y puente Euskalduna para regresar finalmente al punto de partida, el Museo Marítimo.
Tras completar los 7,2 kilómetros, les esperaban en meta un gran número de familiares, amigos y compañeros para agradecerles el esfuerzo realizado. Algunos portaban incluso carteles de ánimo. Desde bien pronto quedó claro que el equipo de la Ertzaintza, que en esta ocasión contó con representación única, tenía muchos boletos para revalidar el triunfo de la edición anterior. Se habían subido al primer cajón del podio en tres ocasiones en la Carrera de Empresas y volvieron a mostrarse intratables en busca de su cuarto triunfo. Lo consiguieron con bastante autoridad.
Aunque tuvieron que cambiar a uno de los componentes del equipo por lesión, impusieron un ritmo endiablado desde el inicio y los teóricos rivales se fueron descolgando sin remisión. Únicamente los representantes de Orbea e Iberdrola aguantaron a duras penas su estela. Pero, transcurridos los dos primeros kilómetros, comenzaron a poner tierra de por medio y se quedaron solos en cabeza.
A partir de entonces fueron incrementando su renta, mientras que la pelea por la segunda plaza mantuvo su interés prácticamente hasta meta. El cuarteto campeón marcó un crono de 25.15, a una media de 3 minutos y 35 segundos el kilómetro, y aventajó en un minuto y doce segundos a Orbea, a la postre segundo con un registro de 25.27. Iberdrola se subió al tercer cajón del podio (25.31).
En féminas, donde compitieron una treintena de equipos, el triunfo fue para 'la firma mungiarra Arteche con aplastante autoridad (34.57). Aventajaron en dos minutos y medio a las representantes de Faes Farma, mientras que Orbea se alzó con el tercer cajón a cuatro minutos. La carrera mixta se la llevó el equipo de Bodegas Altún, seguido del Consorcio de Aguas de Bilbao y Jeremías.
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